jueves, 4 de agosto de 2011

Después de una corta mañana que he dedicado a sacarte trapos sucios, tan llenos de mierda que los tenia olvidados. Finjo que no he sentido odio, que no he hablado mal, muy mal de ti, de nosotros. Cuando rebuscando en el armario recupero del fondo una 3XL y al desplegarla casi puedo notar mis manos entre la tela y tu cuerpo, sacándolas por las mangas, por tu cuello haciéndote cosquillas y acariciándote el pelo. Cabíamos los dos en ella, pero hoy no he sido capaz de probármela , sin embargo se, que solo eso me bastaría para escribir "In the presence of the enemies, Pt.2".
La huelo, pero lleva tanto tiempo aquí que ya no estas en ella. Creo que vas a echar en falta mucha ropa. No puedo devolvértela, no puedo ponérmela y no puedo tirarla, al menos no todavía. Y cada vez que olvide que está ahí volveré a encontrarla y otra vez la sensación a mi. Así que tal y como tu me enseñaste a hacer las cosas (de improvisto y sin motivo aparente) me puse a pintar cuervos en la pared, a ver si así hacia callar esa voz.

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